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Si tuviera que clasificar esta película, diría algo tan ambigüo como que es: Interesante. Básicamente dos personajes sostienen la historia, una huasa psico obsesionada con los olores llamada Cristina Llancaqueo y un arquitecto tan loser que ni siquiera suicidarse le resulta llamado Tristán Greenberg. Eso si no contamos a la ciudad de Santiago ocupando un rol protagónico. A mi juicio lo mejor de todo es la banda sonora. Notable. Compuesta por J. Costa y M. Hellner, genera una gran atmósfera, logrando enganchar al espectador con la trama. Además Carlos Cabezas colabora con un cover de "Cariño Malo" que, como siempre, no defrauda. En resúmen, creo que hay que ser muy sensible para apreciar realmente las bondades de la opera prima de Alicia Scherson (la directora). Sin diálogos que destaquen (salvo la escatológica conversación sobre la "caca") me parece, a pesar de todo, un buen apronte para las futuras cintas de Scherson.