El Retorno del Rey

Si alguien quiere ver a un verdadero duro del cine, tiene que ver King Kong. Bruce Willis y su "Duro de Matar" quedan como verdaderas alpargatas cuando uno ve a este gorila defendiendo a la (hay que decirlo) exquisita Naomi Watts (Ann Darrow) frente a 3 Tiranosauros Rex. Que gran historia de aventuras y amor. Tal como Marilyn Monroe en "Una eva y dos Adanes", Watts se transforma en el objeto de deseo de dos galanes, el ingenuo guionista Jack Driscoll (Adrien Brody) y Kong, la bestia, y, a mi juicio, el verdadero héroe de esta película. En esta versión eso sí se atenúa el tono erótico de la película del 76, siendo la historia entre la bella (Watts) y bestia, una historia de amor puro y adolescente, al mejor estilo Disney.

El otro día vi en TCM la versión original de King Kong filmada en 1933. Considerando que la película de Peter Jackson era una de las más esperadas no desaproveché la oportunidad de apreciar el film que tanto había inspirado a este director. La verdad esa que Jackson no se da el gusto de hacer su propia versión, sino más bien vuelve a desarrollar la película que tanto le gustó con el presupuesto más grande que hasta el momento se haya gastado en un film. Tomándose de paso todo el tiempo necesario para desarrollar cada momento de esta historia. Las secuencias de acción son notables, aunque uno no puede dejar de acordarse de las escenas de batalla del "Señor de los Anillos".

Por último, Jack Black, a quien hemos visto en comedias como "Alta Fidelidad" o "Escuela de Rock" interpreta al ambicioso y maquiavélico director Carl Denham, un personaje que uno o lo odia o lo ama, y que en la escena final es capaz de decir, sin que se le arrugue un milímetro la cara, que a Kong no lo matan los aviones, sino la bella Ann Darrow.

Juzguen ustedes mismos.